Fan de POCHO.

FAN DE POCHO.

Pocho Rospigliosi
2. Juni  3 Min. Lesezeit 
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Öffentlich
Muy apreciada Familia Rospigliosi Moyano:
Es un honor y un grato placer dirigirles la presente,ahora que existe éste medio maravilloso que nos ahorra búsquedas interminables y que nos permite una comunicación instantánea y precisa.
Soy aquel "muchachito del ayer" (hoy con 44 almanaques) que cuando hacía sus pinitos en la actuación y el humoris-mo,imitaba a don Alfonso en el programa de Tulio Loza.
Créanme que no sólo lo imité por una finalidad de humor,o si se quiere de trabajo,sino con verdadera admiración y respeto,pues como nuestro Pocho Rospigliosi nunca habrá nadie.Ni lejanamente parecido.
Quién si no él supo hacer del deporte eso que ahora se denomina "mega-evento".
Fue Pocho quien le dio al deporte el carácter de gran espectacularidad que no tenía.
¡Y con los escasos medios de la época!
Una radio AM,la televisión,el teléfono...y poco más.
Poco más,digo,en lo técnico,pero mucho,muchísimo de inventiva y creatividad.
No es exagerado decir que si hoy se habla de "tecnología de punta",Pocho tenía "creatividad de punta".
A veces vuela la imaginación y me imagino a un Pocho en nuestros días,enamorado del Internet,avance que le per-mitiría tener en segundos la información al día,así como nos entretuvo tanto con la famosa "Computadora de Ovación"
en los 80's.,que marcó época.
Me imagino las conferencias y entrevistas tripartitas con el avance de la telefonía.
Y mucho más.
Pero más allá de tecnologías,me imagino a Don Alfonso Rospigliosi Rivarola,por sobre todas las cosas,como una fortaleza monolítica de reserva moral.Ajeno a tanta pelea,tanta chismografía y tanto insulto,lo que hoy se fomenta para vender y hacer dinero a costa de un pueblo por desgracia desinformado,sumido en tantas falencias de carácter cultural y cívico,propios de una sociedad en crisis.
Él jamás recurriría a eso.Porque entre muchas otras cosas demostró que crítica no era insulto,ni la discrepancia un campo de batalla.
Más de una vez hemos comentado con amigos cómo la vida y la muerte tienen extraños simbolismos,como el que Don Alfonso se nos fuera justo antes de que el fútbol peruano entrara en esa larga noche de la que apenas hoy trata de salir.
Porque la identificación de Pocho con el MEJOR MOMENTO del fútbol patrio es absoluta.
Una ecuación perfecta,
Llega y se va con él.
Aunque inmediatamente pensamos que difícilmente se hubiera quedado tranquilo como espectador pasivo del declive.
Estoy-estamos-seguros de que algo se le habría ocurrido:Campañas,ideas,eventos,etc.,que con su sola presencia tal vez hubieran sido un estímulo y un motor para que la historia hubiera sido diferente.Y mejor.

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